La tierra y el agua termal son elementos fundamentales para algunos tratamientos curativos y dermo-regenerativos, ya que poseen propiedades terapéuticas; por tal motivo son muy usados a nivel cosmetológico por una gran cantidad de profesionales a la hora de tratar pieles maltratadas, afectadas o después de periodos de exposición solar como en verano. Provenientes de fuentes diversas, el secreto del éxito de estos barros proviene de su composición. Ricos en minerales y oligoelementos en estado puro, los fangos contienen materiales inorgánicos y sustancias orgánicas. En cuanto a la parte estética, los fangos son muy buenos aliados para problemas de flacidez, de celulitis, para aclarar las manchas de la piel, tratar el acné, limpiar el cutis en general y también como anti-inflamatorio en caso de piernas cansadas. Además, "son ideales para preparar la piel antes de cualquier tratamiento facial o corporal, ya que los resultados serán mucho más efectivos y visibles.