La tierra y el agua termal son elementos fundamentales para algunos tratamientos curativos y dermo-regenerativos, ya que poseen propiedades terapéuticas; por tal motivo son muy usados a nivel cosmetológico por una gran cantidad de profesionales a la hora de tratar pieles maltratadas, afectadas o después de periodos de exposición solar como en verano. Provenientes de fuentes diversas, el secreto del éxito de estos barros proviene de su composición. Ricos en minerales y oligoelementos en estado puro, los fangos contienen materiales inorgánicos y sustancias orgánicas. En cuanto a la parte estética, los fangos son muy buenos aliados para problemas de flacidez, de celulitis, para aclarar las manchas de la piel, tratar el acné, limpiar el cutis en general y también como anti-inflamatorio en caso de piernas cansadas. Además, "son ideales para preparar la piel antes de cualquier tratamiento facial o corporal, ya que los resultados serán mucho más efectivos y visibles.

Aminoácido esencial altamente hidratante. Favorece la síntesis de colágenos. Reparador.

La maca es una planta originaria de los Andes peruanos que ha sido utilizada durante siglos por sus propiedades nutricionales y medicinales. En la cosmética, se ha utilizado la raíz de maca como un ingrediente activo en cremas, lociones y otros productos para la piel. La maca contiene una gran cantidad de nutrientes y compuestos bioactivos, como aminoácidos, minerales, vitaminas y antioxidantes, que se cree que pueden ayudar a mejorar la salud de la piel. Algunos de los beneficios que se le atribuyen a la maca en cosmética incluyen: Hidratación de la piel: la maca es rica en ácidos grasos esenciales y fitoesteroles que pueden ayudar a mantener la piel hidratada. Estimulación del colágeno: la maca contiene compuestos que estimulan la producción de colágeno en la piel, lo que puede ayudar a mejorar la firmeza y elasticidad. Protección antioxidante: la maca es rica en antioxidantes que pueden ayudar a proteger la piel de los radicales libres y otros agentes oxidantes.

Planta herbácea, cultivada en China e India, de la que se utiliza el rizoma. Entre sus constituyentes podemos mencionar: Oleoresinas (gingeroles y shogaoles) Aceites volátiles (1 a 3%) (Monoterpenos, sesquiterpenos), Lípidos (6 a 8%) (Acidos grasos libres: palmítico, oleico, linoleico, linolénico), Aminoácidos (arginina, ac. Aspártico, cisteína, glicina, serina, treonina, valina),Vitaminas (Niacina, Vitamina A),Minerales,Carbohidratos (Almidón). El Jengibre tiene una amplia variedad de efectos farmacológicos, incluyendo una importante acción antiinflamatoria, antioxidante.Es un estimulante de la circulación periférica.

Interviene en la síntesis de lípidos de la epidermis, en la formación de las estructuras que dan integridad a las células y regula la síntesis de antioxidantes endógenos.

Este material rojizo y brillante, se encuentra naturalmente en las rocas, en el agua, en la tierra y en algunos alimentos, también llega a la cosmética con excelentes beneficios para la piel. Se lo reconoce como uno de los mayores reforzadores de la estructura de colágeno y elastina (responsables de la firmeza y elasticidad cutánea), por lo que es de gran ayuda cuando hay problemas de estrías, o se quieren realizar tratamientos para mejorar el cutis, combatir arrugas o tratar líneas de expresión. El cobre permite frenar los signos propios de la edad y tratar los daños producidos por la exposición al sol. También se incluye en formulaciones para pieles con acné o seborreicas.