Este material rojizo y brillante, se encuentra naturalmente en las rocas, en el agua, en la tierra y en algunos alimentos, también llega a la cosmética con excelentes beneficios para la piel. Se lo reconoce como uno de los mayores reforzadores de la estructura de colágeno y elastina (responsables de la firmeza y elasticidad cutánea), por lo que es de gran ayuda cuando hay problemas de estrías, o se quieren realizar tratamientos para mejorar el cutis, combatir arrugas o tratar líneas de expresión. El cobre permite frenar los signos propios de la edad y tratar los daños producidos por la exposición al sol. También se incluye en formulaciones para pieles con acné o seborreicas.